Milán cuenta con una hermosa y pequeña imagen de la Infancia María, a menudo llamada "María Bambina".
Una monja franciscana hizo esta estatua de la pequeña Virgen sin cera antes de 1730. Más tarde se la dio a otros, y después de pasar como un regalo a través de varias manos, finalmente fue entregada a las Hermanas de la Caridad en Lovere, Italia. En 1876 lo llevaron a su casa madre en Milán (donde se ha mantenido desde entonces). En este momento, la estatua se había vuelto desgastada y gris.
Una de las monjas, la hermana Josephine Woinovich, sufría de parálisis en los pies y los brazos. No podía levantarse de la cama y estaba confinada a la enfermería con gran dolor. En 1884, en la fiesta de la Natividad de María, la hermana Josephine convenció a la Madre General de que dejara la estatua de María Bambina en su habitación durante la noche. A la mañana siguiente, la madre decidió llevar a la pequeña estatua en una "gira" de la enfermería, para visitar a todas las hermanas enfermas allí.
Dio la casualidad de que una novicia muy devota llamada Guilia Macaro estaba en la enfermería, padeciendo una enfermedad grave que restringía su movimiento. Cuando la imagen de María Bambina fue llevada a su cama, Guilia la tomó en sus brazos y le suplicó fervientemente a María que le pidiera a Dios que la sanara. ¡Milagrosamente, Guilia fue sanada inmediatamente!
La imagen también se transformó de repente; perdió su viejo color gris y adquirió el color de la carne viva, ¡que todavía tiene hasta el día de hoy! La hermana Josephine también fue finalmente curada a través de su devoción a Maria Bambina.
Debido a estos y muchos otros milagros que Dios ha trabajado para aquellos que veneran la estatua, las Hermanas de la Caridad en Milán son comúnmente llamadas las "Hermanas de María Bambina".
No comments:
Post a Comment